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Proyecto investiga impactos de las inundaciones en Rio Grande do Sul sobre el delfín de Lahille y otras especies amenazadas

Las inundaciones históricas que afectaron a Rio Grande do Sul en mayo de 2024 dejaron un rastro de destrucción en ciudades y áreas rurales.

03/10/2025 - 14:54 | 03/10/2025 - 14:55
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Projeto Botos da Lagoa dos Patos

Miles de familias perdieron sus hogares, la infraestructura urbana fue gravemente dañada y las pérdidas económicas superaron miles de millones de reales. Pero más allá de los impactos humanos y materiales, un drama silencioso preocupa a científicos y ambientalistas: los efectos de este desastre climático sobre la biodiversidad del estado, especialmente sobre especies amenazadas que dependen de los ecosistemas costeros y estuarinos para sobrevivir.

Entre ellas se encuentra el delfín de Lahille (Tursiops gephyreus), un delfín costero que solo se encuentra en el sur de Brasil, Uruguay y Argentina, y que se cuenta entre los cetáceos más amenazados del Atlántico Sur. Esta población aislada cuenta con menos de 600 individuos en toda su área de distribución y desde hace décadas enfrenta presiones como la contaminación, la degradación del hábitat y la captura incidental en redes de pesca. Ahora, un nuevo factor, cada vez más frecuente, se suma a la lista de amenazas: los eventos climáticos extremos.

Especie bajo presión: salud en foco

Estudios recientes señalan que la población de delfines que vive en el estuario de la Laguna de los Patos y zonas adyacentes presenta señales de problemas de salud, como aceleración de su edad biológica y posibles compromisos inmunológicos. Estas condiciones pueden estar asociadas a alteraciones ambientales, a la carga de contaminantes orgánicos acumulados e incluso al estrés generado por cambios repentinos en su hábitat.

“La salud del delfín de Lahille ya es motivo de gran preocupación. Las inundaciones pueden haber agravado este cuadro, descargando contaminantes de las ciudades, re-movilizando contaminantes depositados en el suelo, aumentando la turbidez del agua y alterando la disponibilidad de presas”, explica el biólogo Pedro Fruet, investigador de Kaosa.

El paralelo con otros desastres ambientales es inevitable. Tras el colapso de la represa de Mariana en 2015, los investigadores identificaron impactos duraderos sobre la fauna acuática, incluidos delfines de la región costera de Espírito Santo, que presentaron cambios en los patrones de uso del hábitat y posibles efectos tóxicos vinculados al desastre. Ahora, los científicos temen que algo similar esté ocurriendo en el litoral de Rio Grande do Sul.

Ciencia en campo para comprender los efectos de las inundaciones

Con el objetivo de evaluar estos impactos, el Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), a través del Centro Nacional de Investigación y Conservación de Mamíferos Acuáticos (CMA), lanzó en 2025 el estudio “Evaluación de los efectos de los desastres naturales derivados del cambio climático en la biodiversidad de RS”, que se desarrollará hasta 2027.

La iniciativa reúne una amplia red de instituciones socias: Kaosa, el Museo Oceanográfico de la Universidad Federal de Rio Grande (FURG), el Laboratorio de Ecología y Conservación de la Megafauna Marina (ECOMEGA/FURG), el Centro de Recuperación de Animales Marinos (CRAM/FURG), el Proyecto Delfines de la Laguna de los Patos, el Laboratorio de Mamíferos Acuáticos e Bioindicadores “Izabel Gurgel” (MAQUA-UERJ) y el Núcleo de Educación y Monitoreo Ambiental (NEMA). El proyecto también cuenta con apoyo de Facto.

“Eventos como las inundaciones de 2024 muestran con claridad la urgencia de comprender cómo el cambio climático afecta no solo a las personas, sino también a los ecosistemas y a las especies que viven en ellos”, afirma Fruet.

Tres líneas de acción

El trabajo de campo se desarrolla principalmente en el municipio de Rio Grande y en los alrededores de la Laguna de los Patos, región crítica para la conservación del delfín de Lahille y de otras especies amenazadas, como el delfín franciscana (Pontoporia blainvillei) y el lobo marino sudamericano (Otaria flavescens).

Las actividades se dividen en tres frentes:

  • Monitoreo de salud y distribución: embarcaciones recorren regularmente el estuario y la costa adyacente para observar a los delfines, registrar su distribución y recolectar muestras de piel y grasa. Estos materiales permiten analizar niveles de contaminantes orgánicos y metales pesados, comparando datos de antes y después de la inundación.

     
  • Monitoreo de mortalidad: equipos recorren la franja de playa para registrar varamientos de animales marinos y recolectar muestras de cadáveres. Cada caso ayuda a entender posibles causas de muerte relacionadas con el evento climático y sus consecuencias ambientales.

     
  • Dinámica pesquera: el equipo también investiga cómo la inundación alteró la rutina de la pesca artesanal y semi-industrial. Cambios en el esfuerzo y en las zonas de pesca pueden aumentar los riesgos de interacción y captura incidental de delfines y franciscanas.

     

El papel del Proyecto Gephyreus

El Proyecto Gephyreus, que articula esfuerzos de conservación del delfín de Lahille en toda su distribución, es uno de los protagonistas de esta investigación. Parte de su equipo, con base en Rio Grande, realiza dos salidas mensuales de monitoreo embarcado, conducidas por los miembros del histórico Proyecto Delfines de la Laguna de los Patos — una de las iniciativas de investigación en cetáceos más antiguas de Brasil, con más de 50 años de actuación. La población estudiada en detalle desde 1974 ofrece una oportunidad única para el monitoreo a largo plazo de los delfines de Lahille, lo que permite evaluar con mayor confiabilidad los impactos humanos sobre la especie.

Biodiversidad, comunidades y futuro

Las inundaciones también afectaron a las comunidades pesqueras que conviven cotidianamente con los delfines. Alteraciones en la disponibilidad de peces, desplazamiento de cardúmenes y daños en la infraestructura pesquera cambiaron prácticas tradicionales, impactando tanto la subsistencia de las familias como la relación entre humanos y mamíferos acuáticos. Para los investigadores, esto muestra que la emergencia climática es un problema socioambiental, que conecta directamente la salud de los ecosistemas con la calidad de vida de las personas.

Los resultados del estudio alimentarán la base de datos del ICMBio y servirán de insumo para políticas públicas de conservación que consideren el avance de los eventos climáticos extremos. La expectativa es que, hasta 2027, sea posible trazar un panorama sólido sobre cómo las inundaciones y otros desastres naturales afectan a las especies amenazadas en el sur de Brasil — y, a partir de allí, crear estrategias más eficaces para protegerlas.

El proyecto pretende no solo producir conocimiento científico, sino también arrojar luz sobre la urgencia de preparar al estado y al país para un futuro en el que las inundaciones, sequías y olas de calor serán cada vez más frecuentes. Y, en ese escenario, la supervivencia del delfín de Lahille puede convertirse en uno de los termómetros más claros de la salud de los ecosistemas costeros y estuarinos del sur de Brasil.

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